Se le conoce como limosna al dinero, comida u objetos que se les da a los pobres como acto de caridad. En algunas regiones, es usual ver gente en la calle pidiendo limosna, siendo el dinero la más común de las peticiones.
Cuando somos niños, los adultos nos enseñan a ser caritativos dando a los pobres. Lo bien que se siente ayudar y ser solidario y empático. También las religiones nos dan lecciones de caridad. De cualquier forma, no vemos mucha caridad en el mundo real.
Se puede ver todo tipo de personas al rededor de los mendigos. Están aquellos que los ignoran, quienes los ven de pies a cabeza y lo consideran, quienes sólo dirán «puede que a la otra», y quienes les darán cualquier centavo escondido en su bolsillo. Están incluso aquellos quienes tomarán la mitad de lo que llevan para comprar su lonche de ese día y se lo regalarán al mendigo porque piensan que lo necesitará más. Debemos admitir que estos últimos son en realidad una persona de cien, pero aun existen.
Cualquiera que sea nuestra postura acerca de este tema, ya sabemos que existen dos caras en una sola moneda. Y esto es sobre lo que quiero que hagas conciencia con esta entrada.
¿Por Qué es Importante la Caridad?
La caridad nos acerca a las personas entre nosotros, nos hace humildes y nos enseña a dar sin precisamente recibir algo a cambio. Es una forma de agradecer a Dios, a la Vida o al Universo -o como cada uno le quiera llamar -por aquello que tenemos, y dar un poco de esto a cambio.
Lo cierto es que todos podemos llegar a necesitar de la compasión y caridad de otros. No sabemos que clase de cosas habrán llevado a las personas a donde están ahora, o en donde estaremos nosotros dentro de algunos años.
Siempre es bueno ser caritativo, ayudar y dar a quien lo necesita. Ya sea por compasión, bondad, caridad, generosidad, o porque si no lo haces te remuerde la conciencia, siempre va a haber alguien que se beneficie de una buena acción. Y esto nos lleva a nuestro lado negativo del asunto.
¿Hay un Lado Negativo de ser Caritativo?
Ser caritativo nunca va a ser algo malo. Lo malo es que hay personas que se aprovechen de esta cualidad en las personas. Hay personas que toman ventaja de las buenas intenciones de los otros. Es común que entre aquellos mendigos que de verdad no tienen ni un techo para dormir ni un pan que comer, también están los que se hacen pasar por gente «sin techo» y piden dinero en las calles, plazas, puentes peatonales, transporte colectivo, etcétera. A pesar de que tienen posibilidades de obtener el dinero trabajando, estas personas optan por recibirlo de la gente que de buena voluntad se los da tras escuchar sus falsas historias.
Hace no mucho tiempo, mientras iba camino a mi casa en un camión urbano, un señor de unos cuarenta años se subió y pidió que lo ayudáramos a reunir una determinada cantidad de dinero para poder volver a su ciudad natal, dónde actualmente reside su familia. Nos habló del trágico suceso que lo llevó a desesperadamente tener que pedir limosna en los camiones. Este señor nos detallo a todos los pasajeros como su vida había cambiado en unos cuantos días: su esposa, con su hija nacida hacía unos meses en brazos, cayó por las escaleras, así que su esposa fue internada y a la bebé, tras haber recibido un fuerte golpe en la caída, la operaron de inmediato de su cabecita para intentar salvarla. La niña murió durante la operación. Al señor no se le dijo nada antes para no preocuparlo, ya que él se encuentra en otro estado del país trabajando. Pero al morir su hija, se le notificó con el fin de darle la oportunidad de asistir al funeral.
Por su puesto que esta historia nos conmovió a todos los ahí presentes, o por lo menos a quienes le dimos dinero para ayudarlo a completar para el pasaje que le daría la oportunidad de ver a su hija por última vez y dar consuelo a su esposa. Imagina mi sorpresa cuando aproximadamente un mes mas tarde volví a ver a ese mismo señor contando esa misma historia, diciendo que su hija de unos meses acababa de morir en un accidente, y dando exactamente los mismos detalles que la primera vez, pidiendo dinero para juntar lo del pasaje para ir al funeral de la bebé….
Estoy segura que no es la primera vez que alguien hace algo así, ni será la última. Mientras haya un camino más fácil de sacar dinero, habrá personas que lo tomarán. Es triste que algunas personas saquen provecho de la buena voluntad colectiva. Pero más triste es saber que existen personas con historias reales que los llevaron a alimentarse de la caridad de los otros porque ellos si que no tienen opciones.
Para Concluir.
Dado que «las apariencias engañan», puede llegar a resultar complicado identificar quien intenta ganar dinero fácil pidiéndole unas monedas a cada persona que se le atraviesa, y quien en verdad necesita de tu caridad. Pero a final de cuentas está en cada uno de nosotros tomar la decisión de ser o no ser caritativos, de que forma lo somos y con quien lo somos. Cuídate de los engaños, pero sin endurecer tu corazón ante las necesidades reales de las personas con quienes compartimos el mundo.