El hombre rico

El hombre rico.

Se ponía ya en camino, cuando uno corrió a su encuentro y, arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para tener en herencia vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.>> Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.>> Jesús, fijando en él su mirada con cariño, le dijo: «Una cosa te falta: anda, ven de cuanto tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme.» Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, por que tenía muchos bienes.

Peligro de las riquezas.

Jesús, mirando a su alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!» Los discípulos quedaron sor prendidos al oírle estas palabras, mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja que el que un rico entre en el Reino de Dios.>> Pero ellos se asombraron aún más y se decían unos a otros: «¿Quién se podrá salvar entonces?» Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.>>

Mateo 17 a 27

Reflexión

Jesús inicia recordándonos que los mandamientos, los cuales son reglas de convivencia también, son básicos saberlos y cumplirlos, pero también van de la mano con las obras de misericordia. El estar al tanto del prójimo, sobre todo del más necesitado (pudiera ser un hermano que necesita atención, o de un extraño que necesite comida, o de algún hijo que necesite de amor, de un encarcelado que necesite comprensión, etc), es lo que Dios quiere de nosotros. Todos somos seres necesitados, algo necesitamos, estar con los ojos y oídos abiertos, y con nuestro corazón en la mano para atender a todos a la máxima de nuestras posibilidades, es el camino a seguir para conseguir un mejor nivel en el cielo, o también se puede ver como una recompensa divina. Esta vida de generosidad, misericordia y atención a todos, es un hecho que no nos traerá riquezas, fama, ni fortuna aquí en la tierra, y es parte creo yo de porqué es tan valioso para el alma, volcarse sobre la misericordia a todos.

Al Jesús comentar que un rico es muy difícil que se salve, no es en sentido figurado, es en sentido literal, cuando ponemos nuestra vida al servicio de Dios y los demás, se vive una vida opuesta a poner nuestra vida al servicio del dinero, las comodidades y los lujos, y en la mayoría de las personas, este tipo de vida por naturaleza los aleja de esa vida cercana a Dios y al prójimo. No es que ningún rico se haya ido al cielo nunca, sólo que para la naturaleza humana, es algo muy difícil de conseguir, ya que las consecuencias del dinero y del poder en nuestras manos, nos cambia por completo. Si no podemos dejar de convertirnos en demonios con dinero y poder en nuestras manos más nos valdría deshacernos de todo objeto material, para así tener la posibilidad de ver la realidad de nuevo, y seguir a nuestro Dios sin vendas en los ojos.

 

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