Parábola del mayordomo

«Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la comida a su tiempo? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. Os aseguro que lo pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si el mal siervo aquel dice para sus adentros: ‘Mi señor tarda’, » y se pone a golpear a sus compañeros y come y bebe con los borrachos, volverá el señor de aquel siervo el día más inesperado y en el momento más imprevisto, lo separará y le señalará su suerte entre los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Mateo 24 (45 a 51)

Reflexión

Hay que vivir nuestra vida como si ese mismo día fuéramos al encuentro con Jesús, es decir, fuera el día que nos vamos a morir. Dios nos debe encontrar en paz, habiendo cumplido lo que Él nos pide. Y así hay que vivir cada día, y el día que llegue, tendremos la certeza que nos encontraremos con Dios, y que no nos va a desconocer. ¿Quién eres tú?

 

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