Dios nos conoce por dentro y por fuera
Él nos ama y es sabio. Por eso nos llama a:
+ Cumplir sus Mandamientos, que son «sabiduría y prudencia»;
+ Aceptar dócilmente la Palabra sembrada en nosotros y que es capaz de salvarnos;
+ Quitar de nuestro corazón «las intenciones malas» y todo lo que nos mancha.
¿Quién será grato a los ojos de Dios?
Reflexión
Muchas veces cuestionamos, alguna regla, alguna parte de los mandamientos y de la Iglesia, sobre todo las que no nos convienen o se nos dificultan, esta comodidad mezclada con arrogancia, soberbia y narcisismo nos puede hacer caer en infelicidad terrena + peligro para salvación eterna.
Por eso a Dios hay que recibirlo dócilmente, con mente abierta, sabiendo que lo que nos enseña su Iglesia Católica es sabiduría, y prudencia para nuestra vida.