El mundo se resiste a aceptar a Jesús y sus enseñanzas. Por eso los cristianos llegamos a enfrentar situaciones adversas por anunciarlo. Pero Dios siempre estará a nuestro lado y no nos abandonará, porque a sus ojos valemos más que todos los pájaros del mundo.

«A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre.»

Jesús nos pide explícitamente, que hablemos de Él, que lo presumamos ante los demás, sin miedo o temor, y nos lo pide de requisito para que Él también nos reconozca cuando lo necesitemos, el día de nuestra muerte. Entonces porqué no hacerlo? Quieres poner en riesgo tu salvación eterna?

Para lograrlo no es fácil, te implica asistir a misa y los sacramentos, leer la Biblia, rezar y meditar, estar preparado para que con tu ejemplo sobre todo, y con tus palabras, los demás vean la congruencia y lo que es ser amigo de Jesús. Nunca es tarde para iniciar, hoy puedes hacerlo.