Hemos visto al Señor!
- Esto lo dijeron los discípulos de Jesús al anochecer del día de la resurrección… y Tomás no les creyó.
- Esto lo decimos los cristianos de ahora… y no hay muchos que nos crean.
- Y es que ahora – como en aquellos tiempos – hay mucha gente que únicamente cree lo que ve con sus propios ojos y toca con sus propias manos
- Ahí están, para no ir más lejos, ese par, trío, o quinteto de Tomasitos que hemos echado al mundo y que no creerán que nosotros sus papás, hemos visto con los ojos de la fe al Señor si no ven que nos queremos, rezamos y ayudamos a los demás, como él mismo nos lo mandó.
- Ahí está, al lado de nuestra casa, la familia de don Tomás, que tampoco creerá que nuestra familia ha visto al Señor, si ven y oyen que vivimos como perros y gatos.
- Por ahí andan Tomasín, Tomasita, y todos los Tomases y Tomasas del mundo – de nuestro pequeño mundo de todos los días – que jamás creerán que nosotros los cristianos hemos visto al Señor, mientras estas palabras no se traduzcan en algo más visible y palpable.
- Ellos, con mucha mayor razón que Tomás, quieren ver y tocar.