Esta enfermedad servirá para la Gloria de Dios
Jesús dijo que la enfermedad de Lázaro no acabaría en la muerte sino que serviría para «la gloria de Dios»
Aunque Lázaro murió se cumplieron las palabras del Señor, porque eso no terminó ahí.
«La enfermedad sobre todo cuando es grave, pone siempre en crisis la existencia humana y nos plantea grandes interrogantes. […] En esta situación, por una parte la fe en Dios se pone a prueba, pero al mismo tiempo revela toda su fuerza positiva. No porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor o las interrogantes que plantea, sino porque nos ofrece una clave con la que podemos descubrir el sentido más profundo de lo que estamos viviendo; una clave que nos ayuda a ver cómo la enfermedad puede ser la vía que nos lleva a una cercanía más estrecha con Jesús, que camina a nuestro lado cargando con la cruz. Y esta clave nos la proporciona María, su madre, experta en esta vía».
Pongámonos en manos de Cristo a nuestros enfermos, confiando en que lo que pase servirá para la gloria de Dios.