Ese mismo Jesús, volverá como lo han visto alejarse
Durante cuarenta días, después de haber resucitado, Jesús se manifestó en diferentes ocasiones a sus amigos, como se nos describe en los evangelios, y finalmente «subió al cielo».
- Antes de subir, de acuerdo con el evangelio de san Marcos, Jesús envió a los Once (Judas ya no estaba con ellos) para que fueran por todo el mundo y predicaran la Buena Noticia de la salvación.
- Aunque ya no iba a estar visiblemente, el Señor «actuaba con ellos» y así transmitió la posibilidad de hacer milagros a quienes creyeran: arrojar demonios en su nombre, hablar lenguas nuevas, sanar a los enfermos…
- Los apóstoles transmitieron el mensaje de Jesús por diversos lugares, y esa onda expansiva llegó hasta nosotros por medio de los misioneros, gracias a los cuales recibimos la fe en Jesucristo y la gracia de su salvación.
- Cuando hacemos nuestra profesión de fe según el Credo de Nicea-Constantinopla (la versión «larga»), afirmamos que nuestro Señor Jesucristo «subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos».
La Iglesia seguimos en espera de ese glorioso advenimiento.
Todos debemos continuar siendo misioneros de Cristo, gracias a eso nosotros le conocemos, y debemos tener el valor de hablar en voz alta, defender lo que es correcto, y evangelizar con caridad y ternura, para que otros puedan conocer a Jesús, sobre todo a través del ejemplo, y de nuestras palabras.