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Los magos de oriente buscaban a Dios

Desde lejanas tierras, ellos fueron guiados por una estrella que les marcó el camino. En su providencia, Dios mismo los condujo de una manera misteriosa al encuentro con el Mesías recién nacido.

  • Antes de salir de sus respectivos lugares, los magos tuvieron que hacer muchos preparativos, para hacer un viaje que pasaría por lugares inhóspitos y peligrosos. Se arriesgaron para buscar algo en verdad grandioso.
  • Cuando al fin llegaron a Jerusalén, preguntaron acerca del Rey de los jduíos que acabada de nacer, y dijeron el motivo: «Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo».
  • Al encontrar a Jesús, reconocieron que él era Dios, ya que, «postrándose, lo adoraron» y entre lo que le dieron estaba el incienso.

Como aquellos magos, arriesguémonos a encontrar al Niño Dios.

 

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