Las tentaciones de Jesús también son nuestras
Estamos expuestos continuamente a las mismas tentaciones de Jesús.
- Pero contamos con la ayuda de Dios para no ser derrotados. Por eso le pedimos: «no nos dejes caer en la tentación», que equivale a decir: «no dejes que nos rindamos ante la tentación»
- La confesión sacramental será el medio para mantener o recuperar nuestra amistad con el Señor, que no vino por justos, sino por los pecadores.
El ayuno, la abstinencia, la oración y la limosna nos ayudarán a caminar con Jesús durante este tiempo de preparación a la Pascua.
También hay que considerar que el ayuno, y la abstinencia también lo son de todo pecado sobre todo los de soberbia, seamos humildes y generosos con los demás, que puedan ver a Jesús mismo en nosotros.