La oveja perdida.
«¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os aseguro que tendrá más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.» Mateo 18 (12 al 14)
Reflexión
Aunque Dios no tiene un pensamiento lineal, ni en una misma línea de tiempo sino algo más complejo que no podemos ni comprender, Jesús nos da a conocer cómo Dios se preocupa por cada uno de nosotros, especialmente a nuestros hermanos separados, perdidos, que acogen la maldad y se separan de Él, nos deja claro que habrá oportunidades, puestas por Dios mismo para que este hermano se reúna con Dios, y de ser así, Dios sentirá una alegría muy grande, ya que es lo que Él quiere, que todos se salven. Aunque por el libre albedría, osea la libertad de tomar nuestras propias decisiones, muchas personas NO se van a salvar, por su propia decisión, pero esto NO es lo que Dios quiere, sin embargo, pasará, ya que no somos esclavos de Dios, si no seres libres. Dios quiere que libremente se le elija, y se le ame, qué mérito tendría si fuéramos ya esclavos programados? Nada tendría sentido así.