Hacer discípulos y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Hacer discípulos y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Hay un solo Dios verdadero, el Dios Uno y Trino. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres Personas distintas que tienen la misma naturaleza y dignidad y son el Dios único.

  • Cuando Cristo manda a su Iglesia a hacer discípulos y a bautizar en el nombre de la Santísima Trinidad, expresa la voluntad divina de que la familia de los hijos adoptivos de Dios se incremente. Por puro amor, él quiere que su pueblo santo participe de su misma vida divina.
  • Por eso importane que, como Iglesia, anunciemos la Buena Nueva de la salvación a todo el mundo, porque Dios «quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad» (1 Tim 2, 4).
  • Jesús es claro al señalar que a los nuevos discípulos hay que enseñarles a cumplir cuanto él nos ha mandado.

El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana.

San Agustín paseaba por la orilla del mar pensando en los grandes misterios de Dios y de la Santísima Trinidad, cuando ve a un niño que quería meter toda el agua del océano en un pequeño pozo que hizo en la arena, viéndolo San Agustín dice es imposible, y el niño le responde que igual que imposible que en su pensamiento humano pueda comprender la grandeza y los misterios de Dios. A lo que nos lleva a la confianza en Dios. Dios no nos pide comprender, sólo adoptar, amar, con confianza, con fé.

 

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