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El tributo debido al Cesar

Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Así que enviaron a sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: ‘Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza, y que no te importa de nadie, porque no rimas la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece: ¿es lícito pagar tributo al César o no?’ Mas Jesús, adivinando su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo.» Ellos le presentaron un denario. Él les preguntó: «De quién son esta imagen y la inscripción?» Respondieron. ‘Del César.’ Entonces les dijo: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios.» Al oír esto, quedaron maravillados y, dejándole, se fueron. Mateo 22 (15 al 22)

Reflexión

Hasta el día de hoy usamos esta frase «Al César lo del César…» a cada quien lo que le corresponde en esencia. A Dios le corresponde lo más importante de nosotros, por eso siempre va en primer lugar las cosas de Dios, en segundos y demás planos, todo lo demás.

Queda claro que hay que cumplir nuestras obligaciones legales, y nuestras responsabilidades, pero no hay que olvidar «… y lo de Dios, a Dios» y Dios nos dio cada respiro que tenemos, le debemos todo lo que nos da, y su sacrificio en la cruz, con nuestros sacrificios de nuestra cruz de cada día.

Amemos a nuestro prójimo, ofrezcamos pequeños sacrificios todos los días, recemos mucho, seamos parte de los sacramentos, para acercarnos más a Dios, de otra manera nos estamos alejando sin saberlo, y entre más lejos, más difícil volver.

 

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