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El que coma de este pan vivirá para siempre

El que coma de este pan vivirá para siempre

Cada vez que participamos en la santa Misa, los bautizados estamos invitados a alimentarnos tanto del Pan de la Palabra como del Pan eucarístico.

+ El Catecismo de la Iglesia católica, en su número 1374, nos enseña: «En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están ‘contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero’ «, de modo que cuando comulgamos recibimos al Señor como verdadera comida y como verdadera bebida.

+ No nos acerquemos a recibir la Comunión como si se tratara de cualquier cosa, sino como algo sublime, porque el Señor quiere hacernos partícipes de su resurrección en la vida eterna.

«Si alguno es sencillo, que venga acá… Dejen su ignorancia y vivirán».

Como en la comunión está realmente Jesucristo, en cuerpo y alma, deberíamos ver las misas repletas y llenas, deberíamos estar todos lo más humanamente emocionados al momento de la consagración, deberíamos resguardar la eucaristía hasta con ejércitos por su valor que no se compara con nada más en este mundo. ¿Será que nos falte fe? Pidámosle a Dios por fe, para que quien aún no ve, pueda ver en esta Eucaristía al mismo Jesús.

 

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