Estando reunidos los fariseos, les propuso Jesús esta cuestión: «Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?» Respondieron: ‘De David’ Díceles: «¿Pues cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor, cuando dice:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra
hasta que ponga a tus enemigos
debajo de tus pies?
Entonces, si David le llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» Nadie fue capaz de contestarle nada; y desde ese día ninguno se atrevió ya a hacerle más preguntas.
Reflexión
Creo que Jesús anticipándose a la renuencia y duda que iban a tener los judíos, y otros muchos de su divinidad, les propuso esto para dejarles en claro que así como tiene humanidad, muy palpable ya que es a través de sus sentidos más básicos, también su divinidad, su descendencia directa de Dios, es algo que tienen que entender y reflexionar.
Muy claro queda en tantas parábolas y palabras que dijo Jesús, anticipándose a lo que se sabía para su época, palabra que hoy día siguen vigentes. ¿Quién pudiera entonces dudar que Jesús es nuestro Dios y salvador de almas?